viernes, 7 de diciembre de 2007

Salida y llegada de la vuelta al mundo "Magallanes y el Cano".

En Sevilla, en la otra orilla del río, actualmente Plaza de Cuba, existe una lápida con la indicación "Muelle de las Mulas", célebre puerto desde donde se realizaban gran parte de los embarques para las Indias. Desde allí zarparon el 10 de Agosto de 1519 cinco barcos, Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y la Santiago, para intentar llegar a la Especería por el sur de América eludiendo así las posesiones portuguesas. Descubrieron el archipiélago de Las Filipinas y dieron la vuelta al mundo. Sería la primera vez que se ejecutara tal proeza. Tras veinticinco años de viajes al nuevo mundo se fueron adquiriendo nuevos conocimientos del planeta, y este viaje dejaría demostrado que el planeta era redondo.
Se organiza la expedición en Sevilla al mando del portugués Fernando de Magallanes, Duarte de Mendoza como segundo comandante y entre sus oficiales un vasco llamado Juan Sebastián el Cano, maestre de la Concepción y Juan de Cartagena con poderes similares a los de Magallanes. Tras visitar a la Virgen de la Antigua, patrona de los marineros emprendieron el viaje.
La partida definitiva fue el 20 de Septiembre desde Sanlúcar, donde se terminó de completar la tripulación, y la ruta elegida era la occidental aprovechando los conocimientos de los viajes anteriores hasta el nuevo mundo, contraria de las expediciones portuguesas para llegar hasta oriente, puesto que lo hacían bordeando el Cabo de Buena Esperanza al sur de África.
Cuando llegaron a Nueva Granada, actual Colombia, emprendieron hacia el Sur bordeando el continente, llegando el 13 de Diciembre a Río de Janeiro, primer lugar donde arriban a tierra, y siguieron hasta llegar al que llamaron Estrecho de Magallanes. Entraron en el Pacífico donde les fueron las cosas realmente mal a la expedición, puesto que en dos naufragios perdieron no solo dos barcos, sino la carga de víveres y armas que alojaban. La inseguridad y reducción de la flota provoca la rebelión de los marineros que optaban por el regreso, lo que produjo la pérdida de varios jefes obligando a Magallanes ahorcar algunos de los sublevados.
Cada vez se sumaban mas inconvenientes a la navegación, se desconocían esos mares y entraban en periodos de falta de vientos. En una ocasión sufrieron una calma chicha de cuatro meses, provocando la escasez de alimentos y la aparición del escorbuto, reduciéndose la tripulación a la mitad. Hasta que llegaron a duras penas al archipiélago de las Filipinas. Magallanes desembarcó con un grupo de hombres debilitados en busca de alimentos y agua, pero sin fuerzas fueron aniquilados por los habitantes de la isla.
Toma el mando Duarte de Mendoza. Reanuda la navegación y pierde otro barco en los arrecifes, y llegados a Cebú se repite la historia del desembarco anterior. Duartes de Mendoza y sus compañeros fueron muertos por los indígenas. Pasa al mando Juan Sebastián El Cano y reduce lo que quedaba de la flota a un solo barco, el "Victoria", con el que llegaron a Molucas, dando veracidad a la redondez de la Tierra al llegar al lugar del globo mas extremo donde habían llegado las expediciones portuguesas por la otra ruta, la oriental.
Cargaron barriles de clavo, canela y ámbar. y tras bordear el Cabo de Buena Esperanza, dos meses después de salir de Timor llegaron a Cabo Verde. Allí temerosos de los portugueses por el descubrimiento de la nueva ruta se apresuraron en llegar a España.
La nave Victoria con Juan Sebastián el Cano al mando, y solo 31 hombres de los 264 que partieron, llegó a Sevilla el 8 de Septiembre de 1522, tras 14.460 leguas, 79.530 kilómetros recorridos durante casi tres años. Tras desembarcar, Sebastián El Cano y su tripulación de espectros visitaron a la Virgen de la Antigua para agradecer el regreso, obsequiándoles así la gloria de ser los primeros en dar la vuelta al Mundo.
El Emperador Carlos I otorgó a Juan Sebastián El Cano un escudo nobiliario como privilegio, en el que constaba el globo terráqueo rodeado de la escritura "Primus circundedisti me", "Fuiste el primero que me circundó".


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