miércoles, 23 de enero de 2008

La mujer de piedra.

Cuentan que cuando el poblado de Tarma (Junin-Perú) se comenzó a poblar, llegaban muchos turistas de todos los países para observar la belleza del paisaje. Cuenta la historia que a este pueblo llegó un señor de avanzada edad, mal vestido y con una enfermedad en la piel; este señor fue a un restaurante a pedir comida y agua, al entrar todos los presentes voltearon y lo quedaron viendo y se podían escuchar murmullos y críticas. Al acercarse al mostrador, uno de los turistas (que dicen era americano-USA) le gritó que se fuera, que era un pordiosero y que no podía estar ahí con ellos; el señor, muy dolido, se retiró y todos los que estaban dentro se empezaron a reir.

Al seguir avanzando, el señor paró frente a una casa de aspecto humilde, tocó la puerta y salió una señora, éste le preguntó si le podía dar un vaso con agua y algo de comer. La señora al ver esto no se lo pudo negar y lo hizo pasar. Este señor, muy agradecido le dijo que debía escapar porque una desgracia iba a caer sobre ese pueblo, le dijo que agarrara sus cosas y que lo siguiera pero que en ningún momento debía de voltear.

Salieron así de la casa y se pusieron a caminar, de pronto se empezaron a oir unos ruidos extraños, tambores y truenos y de pronto gritos, la señora quiso voltear pero recordó la advertencia del señor... haciendo caso omiso a ésta, volteó, y en ese momento quedó convertida en piedra junto con sus animales y las cosas que llevaba. Se dice que lo que vio fue la ciudad totalmente destruida y a los turistas que se habían burlado de aquel hombre fueron convertidos en cerdos.

Esta leyenda es cierta ya que si sigues un camino casi en la punta de un cerro (por donde vive mi nana) está la estatua de la mujer... La leyenda también dice que el señor mal vestido y pobre era el mismito Dios y que por el maltrato que recibió en el restaurante castigó a la ciudad, y que por la buena voluntad que tuvo la señora, le dio la oportunidad de salvarse pero como le desobedeció la convirtió en piedra... De camino a ver la estatua se pueden ver platos rotos en el suelo que dicen ser los que quedaron del restaurante.

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